Durante la época de la Segunda
Guerra Mundial, el nitrato de amonio se combinó con dinamita y fue utilizado en
bombas de demolición. En 1947, el nitrato
de amonio era utilizado como fertilizante en la agricultura Norte Americana. Hasta
el 14 de abril de ese mismo año, 80.000 toneladas de fertilizantes fueron enviadas a través de Texas City y no habían
provocado ningún problema.
Trascurría tranquilamente la
mañana del 14 de abril, cuando fue descubierta una cortina de humo a bordo del SS Grandcamp. El carguero transportaba 46.000
sacos o 2.300 toneladas de fertilizantes de nitrato de amonio con fosfato, en
esos tiempos no era controlada la cantidad mesclada de fosfato. Los
trabajadores portuarios vierten agua sobre el humo. Ya que el agua no tuvo ningún
efecto, el vapor se expandió a las escotillas que estaban cerradas. Media hora
después que apareció el humo, la Brigada del Departamento de Bomberos Voluntarios de Texas City llegó a la escena del siniestro con el poco
equipo que contaban en esos tiempos.
Una hora después que el humo apareció por primera vez, ocurrió el
desastre. La hora del gran desastre fue 9:12 am la cual hiso que se congelaron
todos los relojes de la ciudad de Tejas.
El carguero explotó no una vez
sino tres veces. Las explosiones se hicieron sentir a casi 150 kilómetros de
distancia y el cual causó un registro en el sismógrafo de una ciudad vecina.
Los expertos estiman que el poder explosivo fue más grave que las bombas
atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki debido a que el vigor se produce a
nivel del suelo en lugar de en el aire. Dos aviones fueron derribados en el
aire, estrellándose contra el suelo. La explosión causó un maremoto. Al menos
400 personas murieron en el acto incluido toda la Brigada del Departamento de
Bomberos Voluntarios de Texas City, 27 bomberos en total.
Ditzel Reports cita en un
comunicado: El hijo del jefe de bomberos, Harold Baumgartner, comenzó su
trayecto hacia la zona de fuego.: "Me quedé asombrado, tirado en el suelo,
a 7 metros de mi bicicleta. Me levanté y empecé a correr. La segunda vez que
explotó, me quedé nuevamente tendido en el suelo a cuatro metros. Corrí todo el
camino tan rápido como pude. Yo sabía que mi papá estaba en el medio de todo
esto"
El daño era extenso. Un depósitos de hormigón se convirtió en una masa de
escombros. Un buque de carga, el Flyer SS
chocó con un barco a través del deslizamiento. Las llamas fueron
arrojadas a través de 40 acres desde unos tanques de almacenamiento hasta laboratorios
y edificios de oficinas. Automóviles estallaron en llamas y todos los camiones
de bomberos de la ciudad fueron destruidos. Quince horas más tarde todo el
mundo se vio obligado a retirarse de la zona. El Flyer SS, que también
transportaba nitrato de amonio, explotó
y se desintegró. Sorprendentemente, sólo una persona murió en esta segunda ola
de destrucción.
El fuego ardió de forma continua
durante una semana. La cifra final de muertos era de 561 y había más de 3.000
heridos. Pérdidas de bienes a la industria, los negocios y residentes superó 50
millones de dólares en la economía de 1947.
En respuesta a la tragedia, las
regulaciones de seguridad fueron
colocadas en el manejo de envíos, embalajes y el proceso de fabricación de nitrato de
amonio. Sin embargo, cuatro meses después, otro buque que transportaba nitrato
de amonio se incendió y estalló. Era el SS Océano Libertad donde veinte
personas perdieron la vida y 500 personas resultaron heridas.
Referencias:
Ditzel, Paul C. Fire Engines, Firefighters: the
Men, Equipment, and Machines, from Colonial Days to the Present. New
York: Crown, 1976.